Una conmovedora historia describe el regreso a casa de un perro después de estar desaparecido durante cinco meses. Desafortunadamente, no encontró a nadie que lo recibiera al llegar. Los dueños abandonaron su hogar después de perder la esperanza de encontrarlo pronto. El perro se quedó entonces para cuidarse por sí mismo.
Max desapareció un día mientras jugaba en el parque con sus dueños. Sus dueños lo buscaron por todas partes, pero no pudieron localizarlo. Todo lo que hicieron, desde colocar carteles hasta contratar a un rastreador de perros, fue en vano. Finalmente, se mudaron a una casa nueva a millas de distancia de la antigua ya que eventualmente perdieron toda esperanza de volver a verlo. Pero no tenían idea de que Max todavía estaba en la naturaleza, solo.
Después de más de cinco meses, un desconocido de buen corazón que había visto la foto de Max en un cartel de perro desaparecido lo identificó y se puso en contacto con sus dueños. Quedaron sorprendidos por la información y abrumados de alegría al saber que su peludo amigo todavía estaba vivo.
De prisa, regresaron a su residencia anterior para reunirse con su fiel compañero Max, pero para su consternación, la casa estaba vacía. Los nuevos inquilinos ya se habían instalado y no tenían conocimiento de la existencia de Max ni del paradero de sus dueños. La situación fue desgarradora para la familia de Max, quienes anhelaban reunirse con su querida mascota en un hogar acogedor. A pesar de buscar en todos los rincones y buscar ayuda en las redes sociales, la búsqueda resultó infructuosa. Sin embargo, su angustia se transformó en alegría cuando recibieron una llamada telefónica de un refugio de animales local que encontró a Max deambulando por las calles y lo acogió para cuidarlo.
Los dueños de Max estaban emocionados de tenerlo de vuelta con ellos, pero también sintieron un ligero sentimiento de tristeza al saber que su amigo peludo había estado solo durante un período considerable sin nadie que lo atendiera. Max, por otro lado, estaba más que emocionado de reunirse con sus dueños y mostró su amor moviendo la cola y dándoles muchas lamidas.
Esta historia sirve como un recordatorio amable para los dueños de mascotas de poner microchips a sus amigos peludos y asegurarse de que sus datos estén siempre actualizados. También muestra la devoción y el afecto inquebrantable que los dueños tienen por sus queridas mascotas, y la felicidad desenfrenada que viene con encontrar una mascota perdida. Finalmente, los dueños de Max estaban llenos de alegría al tenerlo de vuelta en sus brazos y estaban decididos a brindarle todo el amor y atención que necesitara, sin importar lo que les depara el futuro.