Los científicos encontraron ADN de más de 30 grupos de plantas en un ladrillo de arcilla, lo que proporciona información sobre la vida en el antiguo Irak.
Un equipo de investigación de la Universidad de Oxford y la Universidad de Aalborg en Dinamarca encontró una “cápsula del tiempo” única en los ladrillos del antiguo palacio del rey Ashurnasirpal II, informó Newsweek el 25 de agosto . Utilizando la biotecnología moderna, extrajeron y estudiaron ADN antiguo en ladrillos de 2.900 años de antigüedad, obteniendo información sobre la vida en el antiguo Irak.
Asurnasirpal II gobernó un reino en la antigua Mesopotamia del 883 al 859 a.C. El reino llamado Asiria, incluye el actual Irak y el sureste de Türkiye. El rey Ashurnasirpal II jugó un papel importante en el desarrollo del reino. Construyó un impresionante castillo en la ciudad de Nimrud, Irak, cerca del río Tigris. Hoy en día sólo existe una pequeña parte del castillo, algunas partes talladas de las paredes se conservan en museos.
Las inscripciones proporcionan información sobre la vida y los rituales antiguos, pero aún quedan muchos otros misterios. Por ejemplo, ¿cómo eran los árboles de los alrededores en aquel entonces? En una nueva investigación publicada en la revista Nature Scientific Reports , un equipo de expertos de la Universidad de Oxford y la Universidad de Aalborg descubrió que el ADN de estos antiguos ecosistemas se conserva en los ladrillos de los castillos.
Los ladrillos se fabricaban principalmente a partir de barro recogido cerca del río Tigris, mezclado con materiales como cáscaras de arroz, paja o estiércol de animales. A los ladrillos se les da forma en un molde, luego se graban y se secan al sol. El hecho de que los ladrillos no se cocinen sino que se dejen secar de forma natural ayuda a preservar el material genético de la arcilla.
Mediante la extracción y secuenciación del genoma, el equipo descubrió el ADN de más de 30 grupos de plantas en un solo ladrillo. Entre ellos, el más abundante es el ADN de plantas de las familias de la col y el brezo. También hay ADN de camilla de horno, laurel y hierba.
Según el equipo, aprender sobre las plantas puede ayudar a comprender más sobre los métodos médicos antiguos perdidos, así como sobre la domesticación de las plantas. “Los ladrillos de arcilla actúan como una cápsula del tiempo, proporcionando información única sobre la biodiversidad en un momento y lugar determinados”, dijeron.
El equipo de expertos espera que el nuevo estudio anime a otros científicos a estudiar el ADN con este método pionero, mejorando así la comprensión de la vida y las civilizaciones antiguas.