Un fotógrafo de Coppettic, Eva Schiller, tuvo la asombrosa ocasión de presenciar y capturar una historia sorprendente entre un bebé babuino y un elefante de 350 libras en un parque de juegos en Botswapa. Las cautivadoras fotografías relatan la historia de una conexión posiblemente única que se desarrolla en medio de la tragedia.
Schiller y su esposa, Lisa Holzwаrth, estaban en un safari en el campamento selecto de Botswapa cuando tropezaron con un lugar emocionante. Inicialmente se concentraron en observar un leopardo, su atención cambió rápidamente cuando una tropa de babuinos corrió a través del arbusto, causando una conmoción. Encaramados en lo alto de los árboles, los babuinos parecían tener un punto de vista que les permitía evaluar mejor la situación.
Para su sorpresa, la razón de la angustia de los babuinos pronto se hizo evidente. Cuatro liopeses emergieron de la hierba alta y se acercaron rápidamente a los babuinos. El caos se produjo cuando los babuinos gritaron y las liopeses rugieron, sus garras desgarrando los árboles en una exhibición espectacular.
En medio del departamento, tres babuinos intentaron huir a un lugar seguro. Trágicamente, uno de ellos fue víctima de las fauces de una locura. Mientras el babuino moribundo yacía en el grupo, Schiller y Holzwаrth notaron algo desgarrador: un babuino bebé, de más de un mes de edad, que se alejaba cautelosamente de él. El cuerpo sin vida de la madre.
Conducido por el momento, el joven babuino buscó refugio en un árbol peral, pero luchó por hacerlo rápida y silenciosamente. Sus incipientes habilidades no estuvieron a la altura de la urgencia del momento. Afortunadamente, las criaturas detectaron su presencia y comenzaron a jugar un juego de “gato y ratón” con el ⱱᴜɩпeгаЬɩe babuino.
A pesar de la peligrosa situación, ocurrió un acontecimiento inesperado. En lugar de recurrir a sus indicaciones depredadoras, las criaturas sorprendieron a todos al mostrar una notable templanza hacia la típica criatura. Las criaturas permitieron que el bebé babuino se desviara de ella e incluso se involucrara en lo que parecía ser una respuesta tentadora. Los disparos del fotógrafo capturaron este impresionante momento de empatía y cooperación entre dos especies que normalmente son adversas.
Sin embargo, la daga estaba lejos de terminar. El valiente padre del bebé baboo, aprovechando una oportunidad, intervino rápidamente. Con coraje y determinación, el padre babuino liberó a su cría de la situación precaria y la llevó a un lugar seguro. Este acto de һeгoísmo completó la espectacular secuencia de acontecimientos, dejando una marca indeleble en los recuerdos de quienes lo presenciaron.
Las fotografías tomadas por Eva Schiller sirven como un poderoso testimonio de la impredecible naturaleza del reino apical. Nos recuerdan que incluso ante la adversidad, emergen la compasión y el coraje, traspasando los límites entre depredador y presa. El eпcopter entre los liopes y el bebé baboo, aunque fugaz, se establece como un testimonio de la resistencia y la intercopectación de todos los seres vivos.