En un asombroso hallazgo arqueológico, se ha desenterrado una familia de ocho inuit, congelados en el tiempo durante siglos, convirtiéndolos en las momias mejor conservadas jamás descubiertas en América del Norte. Estos antiguos agricultores, incluido un bebé de seis meses que se cree fue enterrado vivo, residieron en Groenlandia hace 500 años. Encontradas por cazadores en 1972 en un campamento inuit abandonado, estas momias aún conservan su piel, cabello e incluso uñas, desafiando el paso del tiempo.
El proceso de momificación accidental se atribuye al clima extremadamente frío de la región. El asentamiento de Qilakitsoq, ubicado a 280 millas al norte del Ártico en la costa oeste de Groenlandia, es conocido por sus sorprendentes entierros. Arqueólogos especulan que el grupo pereció alrededor del año 1475 d.C. en este lugar.
Entre los restos momificados, además de la mujer adulta de seis años, se encontraron también dos niños. Muchas de las mujeres tenían tatuajes distintivos en sus frentes y barbillas. Los cuerpos estaban en dos fosas, posicionados cerca uno del otro con capas de piel animal meticulosamente colocadas en medio. El proceso de momificación preservó los cuerpos en el frío constante que corría en la parte superior de cada uno de ellos. Un total de 78 artículos de ropa, fabricados a partir de pieles de foca, reno y otros animales, fueron recuperados.
Uno de los hallazgos más impactantes fue el aparente entierro prematuro del bebé en el útero de su madre. Según la tradición inuit de ese tiempo, si una madre pasaba lejos, sus hijos regresarían para desenterrarla. Este pacto fue llevado a cabo incluso si los niños estaban vivos, emparejando los dientes superiores con los inferiores en el altar familiar. La práctica causó preocupación entre los miembros de la comunidad y refleja la importancia de la unidad familiar en la sociedad inuit más allá de la existencia terrenal. Después de extensas investigaciones, expertos han reunido los cuerpos de los 26 adultos y niños reunidos sobre una plataforma anudada en posición fetal que podría ser un remanente de la guerra del siglo XVI. Además, el descubrimiento de una gran pila de huesos de 78 adultos y niños también plantea preguntas sobre una potencial guerra masiva de esta cultura antigua. Además, nuevas investigaciones sugieren que los neandertales pueden haber enfrentado la extinción debido a una común enfermedad infantil.
Los restos momificados encontrados en Groenlandia ofrecen una valiosa ventana a las vidas y rituales de las antiguas comunidades inuit. Preservados por el frío extremo del Ártico, estos remanentes intactos proporcionan información invaluable sobre el pasado. Aunque muchos misterios rodean sus vidas y muertes, el estudio continuo arroja luz sobre estos individuos y las costumbres de su tiempo.