La historia de Kap Dwa, que literalmente significa “dos cabezas”, aparece en registros británicos a principios del siglo XX, así como en varios registros de viajes entre los siglos XVII y XIX. La leyenda cuenta que Kap Dwa eга un gigante de la Patagonia de dos cabezas, con una altura de 12 pies o 3.66 metros, que una vez vivió en las selvas de Argentina, América del Sur.

Según la leyenda, en 1673, marineros españoles capturaron al gigante, quien medía más de 12 pies de altura y tenía dos cabezas, y lo mantuvieron cautivo en su barco. A pesar de estar atado al palo mayor, Kap Dwa logró liberarse durante una batalla, pero resultó herido de gravedad. Los españoles finalmente lo mataron al atravesar su corazón con una lanza. Antes de su fallecimiento, se dice que Kap Dwa había cobrado la vida de cuatro soldados españoles.

El destino de Kap Dwa después de su muerte sigue siendo incierto. Sin embargo, se dice que su cuerpo momificado de forma natural fue exhibido en varios lugares y espectáculos. En 1900, la momia de Kap Dwa entró en el Circuito de һoггoг de la Época Eduardiana y cambió de manos entre diferentes espectáculos hasta que terminó en el Muelle Birnbeck de Weston en 1914.

Durante los siguientes 45 años, la momia de Kap Dwa estuvo en exhibición en el puerto de Somerset, Inglaterra. En 1959, fue comprada por “Lord” Thomas Howard y pasó por varios dueños más hasta que llegó a Baltimore, Maryland. Hoy en día, los restos momificados de Kap Dwa residen en el espectáculo de rarezas de Bob en The Antique Man Ltd en Baltimore, propiedad de Robert Gerber y su esposa. Aunque existen afirmaciones de que la momia es un engaño fabricado, la verdad detrás de ella sigue siendo un misterio.

La leyenda de los gigantes de la Patagonia, con la cual está asociado Kap Dwa, se remonta a los primeros relatos europeos de la región. El marinero portugués Fernando de Magallanes y su tripulación, durante su circunnavegación del mundo en la década de 1520, afirmaron haberse encontrado con grupos de altura extraordinaria mientras exploraban la costa de América del Sur. Estos encuentros también fueron descritos por Antonio Pigafetta, un superviviente y cronista de la expedición de Magallanes.

Otro relato de encuentros con gigantes provino de Sebalt de Weert, un capitáп holandés que exploró las costas de América del Sur y las Islas Malvinas en 1600. De Weert y su tripulación informaron haber visto una “raza de gigantes” en el Estrecho de Magallanes, caracterizados por su cabello largo, piel morena rojiza y comportamiento agresivo hacia la tripulación.

La autenticidad de Kap Dwa es motivo de deЬаte. Sus defensores argumentan que no hay evidencia evidente de taxidermia, con afirmaciones de inspecciones y exámenes realizados por médicos y radiólogos en el pasado. Sin embargo, los escépticos cuestionan las historias de origen contradictorias y el hecho de que Kap Dwa fuera exhibido como una atracción de feria, lo que genera dudas sobre su credibilidad. Argumentan que si la momia de Kap Dwa fuera auténtica, se mostraría en un museo respetable y estaría sujeta a un análisis exhaustivo por parte de científicos convencionales. Hasta ahora, no se ha realizado un análisis de ADN concluyente en la momia, dejando el misterio de Kap Dwa sin resolver.